Después de cuatro días de fuertes precipitaciones en Piojó, sus habitantes siguen con el credo en la boca.

“El pueblo ruega a Dios que no llueva más”, dijo a Zona Cero una habitante de esa población que espera un fin de la lluvia para que por fin se pueda medir la magnitud de la tragedia.

“Llevamos noches sin dormir”, señaló 

Una de las mayores preocupaciones en el pueblo es el cierre del cementerio en donde también colapsaron las tumbas.

"Le damos gracias a Dios que no hubo muertos, porque imagínese usted ¿dónde se iban a sepultar a esas personas?”, se lamentó Pedro Rivaldo, habitante de Piojó.

“No tenemos cementerio. Las bóvedas están descubiertas. Ya prácticamente el cementerio está desaparecido. No hay nada. Esperemos que calmen estas lluvias para ver qué solución se nos da más adelante", añadió.

Adela Mendoza, otra habitante del pueblo,  agradece también que no haya habido muertos.

“No hubo víctimas. Logramos sacar a la gente con vida. Es lo más importante. Porque si aquí hubiera habido una tragedia de muertos, dónde íbamos a enterrarlos porque el camposanto también se fue".

Lo único que quedó del cementerio fue la fachada. El resto colapsó.

Lo más inquietante para la población es que geográficamente “no hay donde reubicar a los damnificados”.